mayo 12, 2011

Simonné

El viento y las hojas secas que había dejado el invierno se enredaban necias con el viento cálido en los cabellos castaños y ondulados de Simonné, mientras, contemplaba los profundos ojos verdes de Will.
Esos ojos siempre la habían atrapado, siempre. Desde el primer día, su voz, su cabello, todo él.
Hacía tiempo que se había vuelto una obseción, que a veces olvidaba y otras veces regresaba, pero siempre estaba latente, como un virus.
"Podrás tontear y liarte a quién quieras Will, disfrútalo porque tarde o temprano estarás conmigo, aunque tenga que ser en contra de tu voluntad."
Pensó mientras se alejaba riendo con un toque de malicia, charlando con sus demonios, tan pícaros como ella.
Y ella, tan volátil y peligrosa como sus mismos demonios.

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